«La experiencia de estar casado con un alemán»

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Supongo que una de las principales razones para zambullirnos en la piscina y comenzar a aprender alemán es el tener pareja de Alemania, Austria o Suiza. Mi pareja es de Alemania, y aunque ya tenía interés por su idioma y cultura antes de que nos conociéramos, el poder expresarme con la gente de mi alrededor cuando viajamos a su país es desde luego más que una buena razón para ponerse a ello.

Esta mañana, buscando algún podcast interesante en Ivoox, me encontré con esta sección de «Herrera en las ondas«, en el que diversos oyentes llaman para contar su experiencia de estar casado con un alemán. No tiene desperdicio, y aunque comienza con los tópicos de siempre (que si son muy organizados, que si son muy trabajadores…), al final se ve que cada persona es un mundo.

http://www.ivoox.com/fosforos-la-experiencia-estar-casado-con-audios-mp3_rf_1982762_1.html

¿Qué te parece? ¿compartes alguno de estos tópicos, o tu pareja es totalmente distinta?

Qué paséis buen fin de semana.

El chiste del bebé alemán y el Strudel

¿Conoces el chiste del bebé alemán?

Una pareja decide adoptar un bebé alemán. El niño está sano y demuestra inteligencia y habilidades motoras, pero con el paso de los meses y de los años no emite ni un sonido, no dice ni una palabra.

Foto de un Strudel
http://www.flickr.com/photos/jujuqui/8321082873/

Un día, a la hora de la comida, el niño dice, correctamente pero con acento alemán «Este Strudel  está algo lánguido«.

Los padres, sorprendidos, le preguntan porqué no ha dicho nada en sus ya 6 años de vida.

«Hasta ahora todo ha sido satisfactorio«.

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¿Conoces más chistes que se ceben en los estereotipos sobre los alemanes, sobre su eficiencia o sobre sus costumbres sociales?

Humor alemán: we are sinking!

Ah, el humor alemán… Si bien es cierto que ni Chiquito de la Calzada es de Baviera ni Ernesto Sevilla es de Sajonia, el mito que dice que los alemanes no tienen sentido del humor y que son muy serios es muy injusto. Pero como casi todo «sentido del humor nacional», difícilmente pasa fronteras, y que nosotros lo desconozcamos no quiere decir que no exista.

Hace años vi este vídeo. Se trata de un anuncio de la editorial Berlitz para la televisión. En él, un novato guardacostas con un nivel de inglés bastante mediocre, no entiende la señal de auxilio enviada por un barco que se hunde («We are sinking, we are sinking»). La mala pronunciación -y oído- del joven alemán hace que él entienda otra cosa distinta. El vídeo  se enfoca hacia un problema de pronunciación de muchos alemanes que no distinguen el sonido en inglés de «th» (como en thumb, this… o think) y «s» (sink).

Moraleja de la historia: Es fácil emplear horas y horas en aprender gramática y vocabulario, pero lo más importante es hablar y practicar. Sin practicar no nos comunicamos y la comunicación es el objetivo de aprender un lenguaje.

We are sinking en YouTube

¿Qué más mitos injustos sobre los alemanes conoces? ¿qué cosas repiten a tu alrededor familiares y amigos y estás cansado de decirles que están equivocados? Deja algún comentario, y comparte el artículo si te apetece.