Hace hoy exactamente dos siglos, el 22 de mayo de 1813, nació Richard Wagner en Leipzig, en plena época de trasiegos napoleónicos y notables batallas en Europa Central.
Desde que tengo memoria musical, Wagner ha sido uno de mis favoritos. Recuerdo una biografía para niños que tenía, con su vida narrada a modo de cómic. Aún a día de hoy puedo imaginar las páginas de aquel libro que tantas veces leí cuando tenía 8 ó 9 años.
Sin embargo descubrí su música hasta años más tarde, cuando estudiaba BUP. Debe de ser lo único que me quedó de una profesora con cara de perro. Eso, y un suspenso en navidad. Aquello que sonaba a banda sonora de película épica me encandiló. De hecho, pienso que las bandas sonaras de hoy en día (y desde que el cine existe), no serían lo mismo sin compositores como Wagner, Brahms o Dvořák, pues ¿qué es una ópera más que una banda sonora de un acto teatral, o qué es una sinfonía más que un a alegoría musical de un tema poético o social?
Así que para celebrar su cumpleaños, he escuchado Tannhäuser, mi ópera favorita de Wagner, y aquí dejo la obertura de esta composición. ¡No puedo evitar escuchar los primeros minutos sin que se me erice la nuca!
Un año más, tenemos encima Eurovisión. Pero no voy a ser cínico; a mí me encanta. Me gustaría más si la música fuera más representativa de cada país, si se cantase en el idioma propio, si no sonase todo tan a … Eurovisión. Bueno, ¿entonces qué me gusta de Eurovisión?
Me gusta que me recuerda a mi infancia, en casa de mis abuelos en Gijón. Ellos, que habían sido emigrantes en Bélgica, tenían especial apego a esa ventana en la que una vez al año eramos como el resto de los europeos, y en la que podían escuchar un par de canciones o tres en francés.
Me gusta el ambiente festivo, de gente haciendo algo con ilusión. Me gusta verlo con amigos, reírme de los vestidos-cortina que llevan algunas, predecir a quíen votará Serbia o Rusia. Ay, si luego nos uniéramos igual para las cuestiones importantes como la economía…
Me gusta ver la introducción de cada país, los vídeos de promoción de la sede (este año, Malmö, en Suecia).
Hace unos años fuimos a ver el festival a un pub alemán del centro de Londres. ¡Qué fiestorra! Allí todo el mundo apoyaba a todo quisqui. La retransmisión alemana fallaba bastante y se perdía el sonido, pero eso no era problema, pues siempre había algún voluntario para cubrir la banda sonora con alguna canción alemana que no pegaba ni con cola.
Este año lo veré en casita, con mi novia, y unos amigos, apoyando a los asturianos por partida doble, a Alemania y a Finlandia.
Aquí dejo los vídeos, por si no conoces las canciones aún. Paso de poner a Bonnie Tyler, ¡que sin Ducados y con exceso de Botox no es la misma!
Alemania: Casacada (Glorious)
A mí, ahora, me gustaría escuchar a alguien cantando en alemán, pero ya hace tiempo que eso no ocurre. Y será por falta de grupos que Alemania lleva a Cascada…
Austria: Natália Kelly (Shine)
Austria ha enviado a una cantante que está bastante buena es bastante simpática, pero su canción no convenció a los votantes, tan críticos con la calidad musical eurovisiva…
Suiza: Takasa (You and me)
Suiza también llevó a un grupo que cantó en inglés, Takasa (You and me), y se quedaron sin pasar de la semifinal, como Austria.
España: El sueño de Morfeo (Contigo hasta el final)
¿Y España? Pues sin gustarme el estilo blandongo de El sueño de Morfeo -estilo que no han variado para esta canción-, apuesto que 9 años de vida continua en Inglaterra harán que me caiga el moco cuando oiga la gaita asturiana de la introducción… pero poco más.
En fin, otro año más que no escucharemos alemán en Eurovisión. Menos mal que nos queda la noruega… Yo voy a escuchar un poco ahora a E.S.T. para no tener un empacho de Eurovisión por adelantado 😎
Cuando se aprende un idioma extranjero hay que acostumbrar el oído a su sonido. La fonética no sólo consiste en pronunciar bien cada fonema, sino también que también hay que reconocer el tono de las frases. De hecho, la mayor parte del «acento» cuando hablamos en una lengua que no es la nuestra viene de cómo entonamos la oración. Por supuesto, es muy fácil decirlo; otra cosa es hacerlo, y yo soy de los peores ejemplos en este sentido.
Web de Audio-Lingua
Mi amigo José Luis, al que conozco desde tiempos de la EGB (o sea, que hemos escuchado a Locomía y Los Manolos) compartió hace unos días en nuestro grupo de Facebook un enlace a una página muy interesante: Audio-Lingua. Se trata de una web colaborativa, con una extensa colección de archivos de sonido en alemán (y otros idiomas), leídos o narrados por nativos. Los archivos de audio están clasificados según su nivel (A1, A2, etc), según el sexo del hablante, su rango de edad e incluso la duración del archivo. Se puede usar el sencillo buscador que hay, o también nos podemos suscribir al podcast mediante RSS, iTunes, etc.
El acento y la calidad de dictado de los narradores es muy variada, pues hay que tener en cuenta que la web se basa en los aportes de voluntarios. Esto, en primera instancia, puede parecer una contrariedad, pero pensándolo bien, es un mero reflejo de la realidad: cada persona habla de una manera distinta, y en el mundo real tenemos que comunicarnos con ruído alrededor, con gente que tal vez no tenga muchas ganas de comunicarse, u otras situaciones similares. Yo he escuchado archivos que van desde la desgana más profunda, hasta la explicación de una receta de cocina que entendería hasta un tertuliano de Tele5.
Me gustaría que hubiese una transcripción de los audios. Si la hay, yo no la he encontrado. Si uno no tiene a alguien de Alemania cerca, será difícil comprender algunas cosas. Pero por otra parte, el objetivo de esta web es precisamente fomentar el oído del estudiante. Al fin y al cabo, no podemos esperar que todo el mundo en Alemania nos hable con claridad cristalina por nuestra cara bonita, ¿verdad?
No pierdas el tiempo: Entra en http://www.audio-lingua.eu/ y comienza a escuchar. Da igual cuánto entiendas y cuánto no. A la larga, la mejoría de tu comprensión auditiva está garantizada.
Me parece una iniciativa muy buena, y desde luego muy valiosa. Estoy seguro de que le sacaré brillo y ya tengo un par de archivos en mi iPod para escuchar durante la jornada laboral.
Si creéis que esto es útil para alguien más, compartidlo en Twitter y Facebook. ¡Poco a poco el número de alemanistas crece!